domingo, 27 de diciembre de 2015

LA CASA VACIA



Para muchas personas en todo el mundo dejar la casa vacía es sacar afuera todos sus ajuares, hacer cambios y re-estructuraciones para su nuevo hogar. Pero para los cubanos que aún permanecen en Cuba dejar la casa vacía es dejar atrás una dictadura que los consume, dejar atrás toda una vida de conformismo y de las miserias a las que, sin querer, son arrastrado gracias al yugo de los Castros.

¡Acaso los cubanos no tienen derecho a soñar!. La verdad es que las exageradas limitaciones y los abusos constantes a los que son sometidos han hecho que miles de cubanos a través de los años hayan tenido que emigrar y dejar sus casas vacías. No es que quieran hacerlo, es que los obligan. Pero tomar esa decisión también implica ciertos desafíos. Dejar atrás sus familias y amigos no es tarea fácil y mucho menos sin saber lo que les depare el futuro. Créanme es una gran decisión que implica grandes cambios, pero también grandes riesgos. 

¡Arriesgarse o Quedarse!
Arriesgarse es significado de cumplir su más grande anhelo: llegar al “YUMA” y tener una vida digna, un trabajo honesto, ayudar a los que en Cuba dejan. Marcharse y por fin encontrar la tan anhelada libertad, una libertad que por 53 años se les ha negado.

Arriesgarse hacia la libertad también significa entregar su vida al mar profundo con la certeza de que si llegan podrán ver sus sueños cumplidos, pararse frente al mar y gritarle al mundo SOY LIBRE. Solo así dejar la casa vacía en Cuba habrá valido la pena. Lamentablemente no todos pueden lograrlo y el mar profundo ahoga sus sueños, sus anhelos. El mar profundo es incierto, pero arriesgarse es la única salida.

Quedarse es significado de morir en vida, sin oportunidad de crecer, de jamás ver tus sueños y anhelos cumplidos; es significado de ahogarse en el mar profundo sin intentarlo. Eso sin contar los constantes acosos, burlas y maltratos a los que son sometidos por parte de la dictadura Castrista.

El cortometraje “La Casa Vacía” del director cubano Lilo Vilaplana no es solo una simple muestra de lo que está sucediendo en Cuba. Es lo que le ha pasado a miles y miles de cubanos a través de los años, es honrar a las familias cubanas, es un consuelo para los que se quedan, es la voz de aquellos que se han marchado y han logrado sus sueños pero también la voz de aquellos que han intentado gritar SOY LIBRE y el mar profundo se ha apoderado de su llanto.

Los cubanos dejan la Casa Vacía y la seguirán dejando hasta que el mundo reaccione y obligue a los Castros a salir del poder absoluto. Solo así las familias cubanas podrán tener una vida digna y gozar de los derechos humanos que por tanto tiempo les han sido negado. 


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