Se dice que quien pisa las flores de Amapolas al poco
tiempo se casa
Desde la carretera Guananico-Los Hidalgos
se ve recubierta toda la montana que viste de color naranja los dulces relieves
que se encuentran protegiendo la hermosa ciudad de Los Hidalgos, Tierra de Las
Amapolas.
El nombre científico de este árbol es Erythrina
Poeppgiana y como nombre común Amapola
de Sombra, llega a alcanzar un considerable tamaño,
-para que tengan una idea por cada 60 tareas de cacao se recomienda sembrar una
planta de amapola-. Su tronco ancho e inconsistente sirve para realizar bateas
-utensilio utilizado desde los tiempos de los indígenas en el área de la
cocina-, sus ramas débiles son usadas de alimento para animales vacuno.
Ha sido utilizado durante siglos por los
productores de cacao, café, cítricos y otros rubros para darle sombra a sus
plantaciones; además de esta útil protección, es un árbol freático, es decir que
conserva el agua del subsuelo por lo que mantiene la zona siempre apta para
suplir de los alimentos necesarios a las plantas que se encuentran a su
alrededor.
Durante décadas, hemos escuchado por
cientos de moradores donde este árbol embellece las montañas que parte de sus
curiosidades tienen que ver con la unión de jóvenes parejas que al poco tiempo
de pisar sus flores deciden casarse o irse por la ventana como anteriormente se
conocía.
Este mito surge al florecimiento de las
amapolas el cual ocurre en primavera en donde dicho árbol desprende todas sus
hojas quedando cubierto completamente por sus flores color mamey. Esta historia
ha sido fuente de inspiración para que en el municipio de Los Hidalgos se
celebrara en el mes de febrero la Feria
de Las Amapolas, actividad que rescató valores perdidos tales como: juegos
de parejas, renovaciones de votos, serenatas, piropos, entre otras actividades
que mantuvieron a todos los que asistieron envueltos en un ambiente lleno de
amor, paz, unión, alegría y sobre todo de orgullo.
Colaboración: Leidy Perez