"Turismo, Ecología y Valor Comunitario"
Cortesia: Alejandro Guzman (Revista Ta'To)
Como si de un corazón se tratara, justo al Centro de la provincia de
Puerto Plata, existe un lugar que late a un ritmo muy particular y que da vida
a esta región en diferentes aspectos: por ser una de las áreas naturales más
importantes, por el atractivo que constituye para este destino turístico y,
sobretodo, por la labor social y comunitaria que se desprende de su actividad
económica. . .
El Monumento Natural Saltos de La Damajagua, ubicado en la comunidad
Llanos de Pérez del municipio de Imbert, y considerado un patrimonio natural
único en el área de las Antillas, fue incorporado al Sistema Nacional de Áreas
Protegidas por la Ley 202-04 del 30 de julio del 2004. Tiene una extensión de 6
km2, que alberga la cuenca del río Damajagua y es refugio de una
gran biodiversidad, en su mayoría nativa y endémica.
La mayor atracción que ofrece este monumento son los “27 Charcos”,
una hilera de caídas de agua de 12
a 13 metros que forman piscinas naturales de diferentes
formas y dimensiones a lo largo del río. Su belleza es tal que ha alcanzado un
nivel de visitación de 60 mil personas por año.
Como área protegida, se administra bajo la modalidad de co-manejo,
presidido por el Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales e integrado,
además, por la Asociación de Guías del
Río Damajagua (AGRD), el Ministerio de Turismo, la Gobernación Provincial, el
Ayuntamiento de Imbert, la Asociación de Hoteles, Condominios y
Establecimientos Comerciales de Playa Dorada, la Administración del Monumento y
el representante de los dueños de terrenos involucrados.
Vive la Experiencia.
Luego de equiparse con la indumentaria de seguridad apropiada, el
visitante inicia la inmersión hacia un camino que invita a dejar atrás miedos y
preocupaciones y sólo resta prepararse para la aventura. Arranca la caminata
por un sendero tapizado por hojas, entre rayos de sol que se cuelan por las
copas de los árboles y donde el único sonido son los pasos del caminante y el
canto de las aves. La respiración se agita y la energía sube justo para vivir
lo que viene al final del camino…
Y… ahí está: ante la vista, una hermosa corriente de aguas claras
que fluyen trazando el camino que ahora se debe seguir: río abajo. Ha llegado
el momento de mojarse y aumentar la adrenalina. Empieza el descenso por las
caídas de agua, en ocasiones saltando libremente y algunas otras deslizándose
por toboganes naturales para caer en un charco y hacer un gran “SPLASH"
tras el inevitable grito de liberación.
Habrá diferentes caídas y varios chapuzones para quedar lo
suficientemente satisfecho con esta experiencia que se convierte en inolvidable
para todo aquel que la visita.
El Valor Ecológico…
El área total del Monumento alberga una gran diversidad de especies de
flora y fauna que forman parte del atractivo del lugar y de su labor de
protección al ambiente. Entre las especies vegetales que abundan podemos
mencionar caoba criolla, ceiba, anacagüita, almácigo, ubero, roble, cedro,
caimoní, cabirma, caimitillo, guanábana, jagua, javilla y pino de teta,
destacándose como ejemplares endémicos la guayaba de india y la palma real;
también existen especies introducidas de árboles de mango, aguacate, guayaba,
cacao, café, jazmín y varias especies de víveres .
Entre las aves que se pueden observar dentro de La Damajagua hay
endémicas, residentes y migratorias. Se encuentran, entre otras: cuervo, cigua
palmera, carpintero, barrancolí, pájaro bobo, cuatro ojos, ruiseñor, Julian
chiví, petigre, cigüita de río, garza de rizo, garza azul, cigua común, rolita,
paloma ceniza y perdiz. Esta gran variedad es un claro indicador del buen
estado de salud que presenta el ecosistema.
Existen también especies de reptiles, destacándose: jicotea, boa
hispaniola, culebrita verde, culebrita sabanera y salta-cocote. Se identifican
seis especies de anfibios, de los cuales, cinco son endémicas. Asimismo, el río
es hogar de crustáceos como jaibas y camarones y peces como el dajao.
Sin dudas, este es un tesoro ambiental que sirve de modelo para la conservación de
especies y la correcta práctica ecológica.
El impacto Comunitario…
Damajagua es la única área protegida de la provincia que hace
inversión comunitaria directa. Vale decir que sus aportes rondan los 2 millones
de pesos anuales, repartidos entre construcción de acueductos, capillas,
proyectos agrícolas, donación de ambulancia y escuelas para la comunidad local,
sin limitarse a ésta, pues se conocen otras acciones en la provincia, entre las
que citamos aportes al Centro de Protección y Vigilancia de la Loma Isabel de
Torres y contribución a la reparación del Centro de Información del Parque
Nacional La Hispaniola, así como otras áreas protegidas de la Provincia.
De la operación del Monumento de La Damajagua se ven beneficiadas
aproximadamente 100 familias por el empleo directo que genera, redundando en el
empoderamiento que siente la localidad por este recurso invaluable del
municipio de Imbert.
La majestuosidad y belleza
de la naturaleza se puede abrazar en este “paraíso puertoplateño”, dejando un
recuerdo que se confunde entre la paz y la aventura. La gente de la comunidad
le pone la chispa con su orgullo y alegría, haciendo que la experiencia sea
inigualable.
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