Cuantas veces no has aceptado algo o alguien en tu
vida solo por complacer a terceras personas, porque “alguien” así lo decidió
sin importar tu opinión o al menos preguntar si estás de acuerdo. Es realmente
en este punto donde la palabra “NO” empieza tomar verdadera relevancia.
La palabra “NO” tiene un poder extraordinario
siempre y cuando sea empleada en el momento indicado; cuando algo no va bien en
tu vida y dices NO algo se interrumpe y llega el punto de quiebre.
Aprender a decir “NO” es igual a decir “basta”; a
no querer aquello en tu vida que otros quieren y que en el futuro te podría ocasionar
dificultades que probablemente te mantendrán lejos de tus planes, de la paz y
la tranquilidad que realmente mereces tener. Recuerda que no siempre podrás
tener a todos felices lo importante es que tu lo seas.
Cuando dices “NO” estas poniendo limites. Es ahí
donde llega a tu vida la posibilidad de generar un cambio que te lleve a donde
tú quieres llegar.
Solo tú tienes la autoridad de decir “NO” y de causar ese punto de quiebre. De decidir
por ti y de no permitir que otros lo hagan. Solo tú eres el responsable de
llevar el rumbo de tu vida hacia un puerto seguro.
Para decir NO; no tienes que pedir
permiso.
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