Eran las 12 de la
media noche y ya sentía que el polvo de
hadas poco a poco se esfumaba, las pequeñas gotas de aquella mágica pócima
desaparecían con el parpadeo de sus ojos, tan fugaz como el viento. Y, mientras se
esfumaba, captaba la atención inmediata de los que a su alrededor se encontraban.
Fue así, realmente como Cenicienta quedó al descubierto, pero se marchó antes
de ser enfrentada dejando una pequeña luz brillante en aquella majestuosa
escalinata que guiaba a su Príncipe, aquella luz era su zapatilla.
No fue fácil para
Cenicienta regresar a casa al siguiente día como si nada hubiese pasado, ella
no dejaba de soñar con aquel príncipe que la noche antes la había hechizado con
su impresionante baile y su dulce mirada.
Esta historia de amor entre Cenicienta y el Príncipe representa la misma historia de amor con la que aun soñamos muchas mujeres en pleno siglo XXI.
Esta historia de amor entre Cenicienta y el Príncipe representa la misma historia de amor con la que aun soñamos muchas mujeres en pleno siglo XXI.
¿Dónde rayos está tu príncipe? ¡ya lo encontraste! o ¡aun lo esperas!. Para
que la magia funcione en ti tienes que dejar de buscarlo y empezar a mirarte
con ojos de amor. Recuerda que Cenicienta no fue a aquel baile con la intención
de encontrar a su Príncipe, ella encontró lo que no andaba buscando.
¿Mirarme con ojos de amor? Si, mirarte en el espejo y sentir que a
pesar de los años sigues siendo hermosa por dentro y por fuera. Sacar del
closet tu mejor traje, maquillarte, salir a la calle y mostrar tu mejor
sonrisa. No pierdes nada intentándolo, quizás
encantes a tu príncipe con algunas gotas de tu mágica pócima.
Pero cuando la magia llegue, no te desesperes. Sigue valorándote y amándote
como mujer y no permitas que una relación que recién inicia se contamine por la
pasión desenfrenada que solo te llevará al precipicio. Si tu príncipe realmente
te quiere sabrá entenderte, respetarte y esperarte. Tampoco insistas. Cuando la
abeja necesita alimentarse busca insistentemente la flor para poder saciarse con su delicioso néctar. Tú eres una delicada flor que necesitas de cuidados
constantes antes de que tu néctar sea probado.
El Príncipe tuvo que enfrentar innumerables desafíos y nunca se dio por
vencido. No hasta encontrar a su Cenicienta, la verdadera dueña de la zapatilla.
El amor si existe… lo he comprobado. Perdí mucho tiempo para encontrar mi príncipe
porque estaba totalmente equivocada al insistir en buscarlo lejos. Y, aquí el
acertijo: “Porque buscar tan lejos lo que tienes tan cerca”. Abre los ojos... Amate, mímate,
valórate, toma una copa de vino y sonríe. Solo así la magia tocará las puertas de tu corazón y tu cuento de hadas tendrá un final feliz e inesperado.
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